En el cantón de Zúrich también hay pobres y marginados. A ellos van dirigidos nuestros servicios sociales, porque servir al prójimo es nuestro primer y fundamental deber.
Una infancia libre de preocupaciones y los contactos sociales son los ayudan a los jóvenes a afrontar mejor la vida cotidiana cuando sean adultos. No siempre tienen estas oportunidades en casa.
El teatro, los conciertos, las exposiciones y las películas ofrecen la oportunidad de participar en la vida social. Esta participación fortalece a las personas como individuos.
En el camino hacia una iglesia climáticamente neutra, las parroquias, los organismos especializados y la iglesia cantonal deben actuar de forma sostenible. Promovemos medidas de protección del clima y sostenibilidad.
Las Personas están sedientas de conocimientos y buscan respuestas a preguntas con sentido. Apoyamos y promovemos instituciones educativas, programas de formación y perfeccionamiento y actos informativos.
Capellanes profesionales y laicos comprometidos, autoridades y órganos electos tienen una responsabilidad conjunta. Solamente juntos podemos crear programas que beneficien a las personas.
Como Iglesia católica variopinta, somos un pedazo de hogar en un país extranjero. Este es el mejor requisito para una integración fructífera. Innumerables iniciativas enriquecen nuestra unión.
Estamos allí donde la gente nos necesita. Las iglesias del cantón de Zúrich son lugares solemnes. Pero nuestras actividades no se reducen solamente a las iglesias.
¿Nuestra imagen?
En mínimos históricos.
¿Nuestro compromiso?
Constantemente alto.
La Iglesia católica no goza actualmente de buena salud. Nuestra credibilidad se resiente bajo el peso de encubrimientos y delitos. Al asumir consecuentemente el pasado y llevar a cabo una intensa labor preventiva para el futuro, defendemos una Iglesia transparente, igualitaria y creíble. Si bien nuestra imagen está por el suelo, nuestro compromiso con las personas sigue siendo muy alto. Con su contribución de impuestos a la Iglesia, nos comprometemos a ayudar a las personas allí donde se necesite ayuda.